Observación de Aves en La Caldera - Salta
El Dique Campo Alegre y su reserva, presenta muy buenas condiciones para la observación de aves, integrando ambientes diferentes, con especies de selva, cuya identificación es más exigente entre los Bosques de Galería y facil en el sector norte del perilago, donde hay gran concentración de anatidos. Su riqueza avifaunistica, se destaca por su continuidad ambiental y de articulación con las reservas colindantes como Campo Gral. Belgrano, Reserva Natural Municipal Polígono A de San Lorenzo; la Reserva Privada del Huaico de San Lorenzo; Finca Las Costas y el AICA Ju07, La Cornisa
Espejo de agua entre cerros, es el lugar
donde el viento reposa y como una suave brisa impulsa el recreo de
embarcaciones a vela, un lugar natural donde los sonidos de motores no invaden
el agua y las visitas de diferentes aves se hacen notar.
Una variedad de peces no solo propicia
de escusa para reunir amigos en pos de una buena pesca, si no también es el
sitio elegido por aves locales y migratorias para realizar sus paradas. Área de
transición entre Prepuna, Yungas y Chaco Seco es una invitación un encuentro
con lo natural, plantas acuáticas al pie de paredones escarpados y rocas
tapizadas de líquenes multicolores formas que al atardecer eclipsan la
visión entre el sol y la luna.
El paso de la noche en el dique, otro
espacio otra realidad aves rapaces y zorros al unísono, el perfume de plantas
que con el descenso de la temperatura irrumpen entre pavas de monte y mariposas
nocturnas que disimulan su pasar con alguna estrella fugas. De día o de noche,
navegado o caminando el dique siempre tiene algo especial que espera ser
descubierto.
Pasaje de las aves; pequeño reflejo del monte
Dificultad baja tiempo
estimado 30 minutos
La expresión de la
naturaleza en estos lugares parece estar contenida dentro de los laberintos
intrincados de un Bosque de Montaña.
El agua y el viento
esculpieron con el tiempo franjas verdes, laberintos que abrazan ríos y arroyos
los cuales hoy siguen siendo un jardín de vida.
Algunas de estas
tenues franjas en invierno y casi salvajes en verano conectan el río, con la
montaña atravesando el pueblo.
Por lo tanto La
Caldera se encuentra en medio de una travesía continua de animales e
insectos que por diferentes motivos comida, agua o refugio, ostentan
infinitas formas y que como el azar, premian a sus observadores con algún e
irrepetible instante único.
La estación seca y
fría empuja el descenso y traslación de animales que en busca de alimentos o
agua no disimulan su presencia.
Pero durante la época
húmeda y calida todos los ambientes exclaman con cantos y sonidos una euforia
de organismos que enmudece cualquier estado de admiración.
Las aves en este lugar
atesoran las maravillas de una variedad de árboles y plantas propios de la
región que en comunidad con los insectos pueblan el día y la noche.